Hoy, como parte de ejercicio de las TIC,s en el aula, para
el alumnado de 1º de Bachillerato de Economía del I.E.S. Levante, vamos a
hablar sobre otros temas importantes no sólo en nuestra asignatura de
Economía, también es de principal importancia en la economía de nuestro país y
entorno, como son La Política monetaria y la Inflación.
Antes de hablar de la política monetaria, debemos hacer una
serie de consideraciones. En primer lugar debemos indicar que si en una
economía hay más dinero en circulación, es lógico pensar que se producirán más
transacciones, sin embargo, si el dinero no circula se producirán menos. Parece
lógico pensar también que a mayor número de transacciones habrá más crecimiento
económico, por lo que las autoridades deberían favorecer este extremo. El
problema viene porque en una economía de mercado, un exceso en el número de
transacciones suele provocar elevados niveles de inflación lo que con
posterioridad dañará la economía. Es aquí donde entra la política monetaria con
la misión de conjugar ambos el crecimiento de la inflación sin que esto
desemboque en una escalada de los precios.
Por lo tanto, la política monetaria, es el
conjunto de medidas tomadas por el Banco Central Europeo (BCE) para alcanzar los
objetivos perseguidos por la autoridad monetaria mediante la ampliación o
reducción de la cantidad de dinero en circulación y la alteración de los tipos
de interés.
En España y en los países que han adoptado el euro como
moneda única, la autoridad monetaria y el banco central en cuestión son la Unión
Europea y el Banco Central Europeo. El organismo que cumple las funciones
relacionadas con la política monetaria desde el 1 de enero de 1999 en la zona
euro es el Sistema Europeo de
Bancos Centrales (SEBC).
Las funciones del SEBC en lo que respecta a su actuación en la zona euro son las
siguientes:
Decidir y ejecutar la política monetaria de la Unión
Europea.
Realizar operaciones de cambio de divisas.
Promover el buen funcionamiento de los sistemas de pago.
Supervisar las entidades de crédito.
Garantizar la estabilidad del sistema financiero.
Los Principales
instrumentos monetarios
Los principales instrumentos monetarios de los que
se vale el SEBC para llevar adelante la política económica son:
a) El mecanismo de reservas mínimas incrementa o
reduce la liquidez del sistema bancario al obligar a las entidades de crédito
de la zona euro a mantener un determinado coeficiente de caja, ya sea en el
banco central correspondiente o en efectivo.
b) Las operaciones de mercado abierto son, sin duda,
el principal instrumento monetario de política monetaria europea. Estas
operaciones desempeñan un papel fundamental en la política monetaria del
Eurosistema a efectos de controlar los tipos de interés, así como de gestionar
la cantidad de dinero en circulación. En las operaciones de mercado abierto, el BCE subasta
periódicamente activos financieros a un tipo de interés, que puede ser fijo o
variable, y en una cantidad determinada. El tipo de interés que fija el BCE en
estas subastas sirve como referente para el conjunto de la economía.
c) Las facilidades permanentes, como su nombre indica, son
facilidades de liquidez que reciben los bancos comerciales del banco central de
su propio país instrumentalizadas mediante operaciones (a un solo día) de
concesión de créditos o de absorción de depósitos, según corresponda. Dichas
facilidades influyen sobre los tipos de interés y la cantidad de dinero en
circulación. Puesto que no precisan autorización del BCE, éste es el único
instrumento en cuya aplicación gozan de autonomía los bancos centrales de los
países de la UE.
Efectos
sobre la economía
Las decisiones de la política monetaria única son adoptadas
por el Consejo de Gobierno del BCE. Su ejecución es llevada a cabo por los
bancos centrales de los países integrados en la zona euro. Básicamente, las
decisiones de política monetaria versan sobre dos cuestiones fundamentales: la
cantidad de dinero en circulación y el precio del dinero.
Diferenciamos
dos tipos de políticas:
Políticas
expansivas.
El aumento de la oferta monetaria se logra
prestando mayor cantidad de dinero a los bancos, bajando el tipo de interés o
disminuyendo el coeficiente de caja. En consecuencia, el sistema bancario se
encuentra con que dispone de abundante dinero barato y lo presta en condiciones
similares a las familias. De esta forma, baja el volumen de intereses que hay
que pagar y aumenta la renta de la que disponen las familias para consumir y
las empresas para invertir. Al aumentar la demanda agregada, suben también la
producción y el empleo. Los precios no deberían subir siempre que las empresas
sean capaces de producir todo lo que se demanda, con lo cual no tiene por qué
haber inflación.
Políticas
restrictivas.
La disminución de la oferta monetaria se
consigue prestando menor cantidad de dinero a los bancos, subiendo los tipos de
interés o aumentando el coeficiente de caja. Si se incrementa el volumen de
intereses que hay que pagar o resulta más difícil acceder a nuevos préstamos
debido a la subida del precio del dinero, entonces las familias consumirán
menos y será menor el número de inversiones empresariales que compensen un pago
alto de intereses. Por tanto, descenderá la demanda agregada y con ella la
producción y el empleo. Ante la falta de demanda, los precios se estancarán e
incluso pueden bajar.
En definitiva, las políticas monetarias son las medidas de
las que se vale el BCE para conseguir que en la economía exista más o
menos dinero en circulación disponible para familias y empresas, de lo cual
depende en gran medida que los tipos de interés para acceder al crédito sean
más altos o más bajos.
La Inflación
Del latín inflatio, el término inflación hace
referencia a la acción y efecto de inflar. La utilización más habitual del concepto
tiene un sentido económico: la inflación es, en este caso, la elevación
sostenida de los precios que tiene efectos negativos para la economía de un país.
Otra forma de definirlo es como la disminución del valor del
dinero respecto a la cantidad de bienes o servicios que se pueden comprar con
dicho dinero. Es decir, si tenemos un servicio, como puede ser ir en autobús de
Algeciras a Madrid, y el precio de este servicio aumenta con el tiempo, tenemos
inflación. También podría verse como que el valor del dinero ha menguado,
debido a que para un mismo servicio, hay que pagar más dinero.
Desde luego la inflación es un aspecto muy importante de la
economía, ya que algunos de los desastres económicos más importantes que ha
habido en el mundo se debieron a una descontrolada inflación (también llamada hiperinflación).
Por ejemplo, en Alemania en los años 20 hubo temporadas de hiperinflación, y
los precios subían tan rápido que lo primero que hacía la gente al cobrar el
sueldo era comprar comida para el resto del mes, puesto que si se guardaban el
dinero, en unos días no servía para nada. Esto genera muchos problemas no sólo
para la gente, sino también para las empresas, que no tienen un marco estable
para prosperar y acaban desapareciendo, con el incremento del desempleo.
Lo ideal es que los precios aumenten un poco (muchos bancos
centrales fijan el objetivo de la inflación en 2%), pero una disminución de
precios, llamada deflación, tampoco es buena para la economía, ya que se entra
en una espiral peligrosa: como los bienes y servicios bajan de precio, lo
lógico es retrasar las compras y las inversiones (mañana será más barato), las
empresas no ganan dinero y desaparecen, generando desempleo.
Para poder controlar la inflación hay que medirla, y la
forma más común de hacerlo es creando una cesta de bienes y servicios ponderada
según lo que se quiera medir. Por ejemplo, en España el índice que se
suele usar es el Índice de Precios al Consumidor, IPC, que indica
porcentualmente la variación del precio promedio de una cesta de bienes y
servicios de un consumidor típico.
La inflación puede estar provocada por múltiples factores,
pero los más destacables son la inflación de demanda y la inflación de
costes. La inflación de demanda sucede cuando la demanda de un bien sube más
rápido que la oferta, y el sector productivo no se puede adaptar con rapidez.
La inflación de costes sucede cuando los costes de la producción suben, por
ejemplo por el encarecimiento de las materias primas, y las empresas mantienen
sus márgenes mediante una subida del precio de sus productos. A veces se habla
también de una inflación estructural, que se produce cuando se entra en una
espiral de subir precios, subir salarios, subir precios de la que es muy
difícil salir. Es por ello que cuando hay inflación en un país, sobretodo
provocada por el aumento de las materias primas, se oyen recomendaciones de
tener moderación salarial. Si los sueldos suben, los costes de las empresas
también, y se repercutirá dichos incrementos en los precios finales, con lo que
se volverán a subir los sueldos… Puede que incluso la subida de las materias
primas haya pasado y el país se quede encerrado en una espiral de inflación.
Consecuencias
positivas de la inflación
Si bien este término suele evocar épocas de crisis económica y desesperación por
parte de los ciudadanos ante el aumento aparentemente imparable de los precios,
la inflación también acarrea una serie de fenómenos positivos.
Según el keynesianismo, los
salarios nominales tardan menos en incrementarse que en ajustarse hacia el
descenso; cuando éstos son sobrevaluados, dicha particularidad puede llevar a
un desequilibrio que dure mucho tiempo, lo cual resulta en un gran porcentaje de
desempleo. Teniendo en cuenta que la inflación no superaría los salarios reales
si los nominales no cambiaran, los keynesianos aseguran que, en cierta medida, la
inflación puede ayudar a los mercados de trabajo a equilibrarse más velozmente.
Uno de los medios más comunes para controlar la oferta de dinero es
la posibilidad de establecer una tasa fija
de descuento, la que los bancos deben usar para solicitar un préstamo al banco
central; por otro lado, también se pueden realizar operaciones de mercado
abierto, o sea que el banco central intervenga en el mercado de bonos para
impactar en las tasas de interés nominal. Cuando una economía está atravesando
una crisis y ve una baja en su interés nominal, llega un punto en el cual el
banco no puede reducir más las tasas, dado que se convertirían en números
negativos, y este fenómeno se denomina trampa de liquidez. Nuevamente, un
cierto grado de inflación suele asegurar que dichos valores no se acerquen al
cero, ofreciendo a las entidades bancarias la posibilidad de reducirlos cuando
así lo necesiten.
Como
demuestra la historia de ciertos países, un alto grado de inflación
puede
desembocar en una veloz expansión económica. Una de las razones para
esto es
que las inversiones de tipo financiero ven su rentabilidad neta (que se
obtiene
restando al interés nominal la inflación) decrecer considerablemente, lo
cual vuelve
más tentadoras las inversiones no financieras. Más aún, es importante
notar que las medidas de tipo antiinflacionista han demostrado en más de
un caso afectar negativamente la
economía, como se puede apreciar en el decaimiento que sufrió Brasil en
el año
96 y Sudáfrica en el 94.
Confiemos que haya servido para aclarar algunos conceptos y
mejorar el conocimiento del tema tratado.
Fuentes:
Economía 1º Bachillerato.Algaida.
Blog Salmón
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